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TALITA

 

¡Hola!

Yo soy Talita, tengo 12 años y soy la única hija de Jairo, uno de los dirigentes de la Sinagoga.

Mi encuentro con Jesús fue algo un poco fuera de lo normal, pues yo estaba enferma y sentía que cada vez estaba más cerca de la muerte. Mis papás estaban muy desesperados por salvarme, así que mi papá decidió acudir al maestro para que viniera a verme.

Me cuentan que en el camino a casa llegaron a decirle a mi padre que no molestara más al Maestro, pues ya yo había muerto. Yo ya no sentía nada, solo sentía como si estuviera en un sueño muy profundo, pero Jesús, el Maestro, no perdió las esperanzas en mi, el es Poderoso y sabía que yo solo dormía, por esto le dijo a mi padre que el solo tenía que creer y yo me salvaría.

Al llegar a casa mi papá y Jesús se encontraron a todos llorando y lamentándose alrededor mío en la cama. Jesús dijo a todos que yo solo estaba dormida pero todos se burlaron de él y no le hicieron caso. Entonces el mando a todos que salieran y se quedo junto a mí.

Estando yo en cama, Jesús tomó mi mano y en ese justo momento sentí como si algo me impulsara nuevamente a la vida. Al despertarme y ver a Jesús sentí una gran emoción e impacto, una mezcla de sentimientos que no sabría como explicar y de los cuales no me pude contener y por esto comencé a correr y a dar saltos de alegría por todos lados. 

  • Mc 5, 21-43
  • Lc 8, 40-56
  • Mt 9, 18-26
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