top of page

SOLDADO de la crucifixión

 

Hola soy parte de los soldados que llevo a Jesús hasta la cruz.
Éramos un grupo numeroso, quienes pagábamos servicio militar por la provincia de Palestina. Algunos estuvimos  que ver con la muerte de un galileo llamado Jesús a quien algunos señalaban como "El Hijo de Dios que nos vino a salvar" uno de ellos era yo...
Servíamos a los hombres poderosos del Imperio, que por cierto no entendíamos ni nos llegaba a interesar. 
En muchas ocasiones éramos crueles, es verdad, porque nuestros superiores decían "Haz esto" y tenías la obligación de cumplir.
Lo sé, no era el mejor trabajo, quizás muy tedioso y hasta amargo pero había que cumplirlo, con la esperanza de regresar a nuestras tierras.

Es verdad que aquel condenado nos parece distinto a los demás. Durante su condena estuve con la multitud tratando de no dejar que pasar hasta el Rey, cuando escuche que preferían mil veces al hombre más delincuente que un simple galileo con una acusación tonta, me quedé sorprendido pero no comente nada ya que podría costarme la vida.
Durante su recorrido con aquella cruz también estuve presente noté que nunca se quejó, ni protestó en contra, y parecía que ya sabía por lo que iba a pasar, ¿les soy sincero? Noté su dolor en su cara, pero me limitaron a interceder por él.
Allá en la cruz no blasfemaba, como mi primera impresión, era un crucificado extraño. Nunca estuve de acuerdo con el maltrato de mas, mis compañeros disfrutaba esto, pero yo... yo solo cumplía ordenes pero si lo comentaba, quizás me ponían en su lugar. A los pies de aquella cruz esta su madre, supongo, que con dolor vio a su hijo morir. Seguía sin quejas hasta dio una mirada al cielo y falleció, fue impactante, la tierra estremeció, y con muchas dudas quede, pero la principal fue ¿De verdad se trataba sobre el Hijo de Dios?

Mis dudas fueron aclaradas al tercer día, que se rumoraba que había resucitado entre los muertos. Emocionalmente me afectó, ya que vi todo su dolor y no logré ayudarlo sólo por cumplir mi oficio, y ninguna sola palabra de dialogo, solo miradas. Desgraciadamente lo conocí en su último momento de su vida, su muerte, y no fue para defenderlo.

Este es mi historia, una historia que me avergüenza, una historia que tuve que saltar mis sentimientos sobre mis obligaciones.

 

 

Soy un título. Haz doble clic para editarme.

bottom of page