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MARÍA de Betania

 

Hola me llamo Barrabás y les contaré mi historia:

 

San mateo al contar la pasión de Jesús me llamo  “preso famoso”. Y en verdad mi prontuario no fue escaso, me acusaban de ladrón, extorsionista, asesino y otras bellezas más.Al fin, como sucede siempre, caí en manos de la justicia.

 

Era costumbre judía, con motivo de la pascua, liberar a un detenido. Y Pilatos continuaba esta práctica. Ese día ofreció a los judíos indultar a Jesús, pues no encontraba en él causa de muerte. Pero el  pueblo, azuzado por los escribas y fariseos, pidió más bien mi libertad. No sé bien si gane o perdí. Salí rápidamente de Jerusalén hacia el norte, donde me esperaban mis compañeros, para seguir en la violencia y la rapiña.

 

Y pienso que aquel judío llamado Jesús me salvó la vida. Sin embargo fue una salvación muy extraña; para vivir muriendo.

 

Años más tarde, frente a las tropas romanas, se llegó mi momento final. Entonces recordé a aquel condenado de rostro manso que atado ante Pilatos, esperaba su sentencia. Le encomendé de todo corazón mi suerte.

 

Todos nuestros caminos se entrecruzan, se apartan y vuelven a encontrarse. Pienso, sin embargo, que lo importante es tropezar por algún motivo para poder reconocer nuestros errores, y  encontrarnos con Jesús. 

Lc 10,38-42

  • Lucas, 10,39

  • Lucas 10,40

  • J n 11:1-44

  • Jn, 11:32

  • Jn, 12:3

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