EDITH de Emaús

Mi nombre es Edith y mi historia, mi parte importante en la vida fue y es cuando conocí a Jesús.

Yo al pasar mis años lo fui conociendo poco a poco, pero fue el día en que el murió, que yo comencé a creer en el de verdad. No lo olvido, era la tarde y nuestro señor ya había muerto en la cruz, venia caminando con mi compañero de Emaús y  nos lamentábamos sobre todo y  lo que habíamos visto, decidimos salir hacia otro pueblo, osea Emaús, en el que nos encontraríamos con nuestros otros compañeros. Íbamos en pleno camino y bam! Aparece este tipo, alto, guapo, y nos comienza a hablar…a mi amigo y a mi nos pareció bastante extraño pero bueno…no le dimos bola y le conversamos, hablamos sobre varios temas, en un momento este hombre decidió preguntarnos que por que nos veíamos tan desanimados, mi amigo le dijo: ¿HOMBRE, ACASO ERES EL UNICO QUE NO SABE NADA SOBRE LO QUE SUCEDIÓ EN JERUSALEN? Mi amigo le conto todo, porque el de verdad se veía que estaba perdido en el tema  y además le comentamos sobre lo mal que nos sentíamos por esto, también que unas mujeres decían haber visto el sepulcro de Jesús vacío pero que no creíamos del todo. En verdad hasta ese momento (ya estaba anocheciendo) este hombre nos había caído muy bien…íbamos llegando a nuestro destino cuando veo que nos dijo: ¡INSENSATOS, QUE NECESITAN PARA ENTONCES CREER! Nos dio el mensaje de que JESUS no estaba muerto. Nos hizo entender que ya se iba entonces, pero le rogamos que se quedara, puesto que ya anochecía. Nos sentamos y entonces partió el pan y nos dio vino, entonces fue cuando nosotros de bobos entendimos quien era, ¡ERA JESUS!, ESTABA VIVO. Los dos lloramos y dijimos: es cierto pues, cuando nos hablo nuestros corazones ardían de amor por sus palabras. EN CUESTION DE SEGUNDOS DESAPARECIO. Luego de pasar un tiempo meditando lo que había pasado, corrimos rápido hasta donde estaban los otros once discípulos y les contamos, ellos aseguraron todo y nos contaron que simón lo había visto y que hasta uno de ellos lo toco. Todos celebramos esa noche, pues nuestro gran amigo se encontraba en la gloria y nos señalaba que se aproximaba una larga historia con el…