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MUJER QUE SE ALIMENTÓ EN LA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES.

 

Yo soy Farhannah, viuda de Abbas, después de que mi esposo murió tuve que comenzar a trabajar como costurera para poder mantener a mis dos hijos, Malak de seis años y Nazim de tres. Esta mañana una vecina me comento que Jesús, al que muchos llamaban “el Mesías”, cruzó en barca el mar de Tiberíades, hacia un monte desierto cerca de la ciudad de Betsaida, apenas escuche esto decidí ir con mis hijos a pie para poder  llegar hasta donde él se encontraba, cuando llegamos había una gran multitud, puedo jurar que habían más de 10 mil personas allí reunidas para escuchar a Jesús, al llegar vimos que él estaba predicando sus enseñanzas. Notamos que paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos se acercaron a él para que los curara, no sabía que pensar de estos “milagros”, ya que habían muchos rumores en el pueblo que decían que estas solo eran personas que fingían ser curadas, una parte de mi a veces se dejaba llevar por esos rumores, pero otra parte de mí seguía teniendo esperanzas de que este fuera el Mesías esperado, estuvimos todo el día escuchando el mensaje de Jesús, al caer la tarde, nos dimos cuenta de que estábamos hambrientos, unos hombres nos mandaron a recostarnos en la hierba, me estaba preguntando qué iban a hacer ya que había una gran cantidad de personas allí y ninguno de nosotros tenia comida, vi que un muchacho se acercó a Jesús, este tenía una canasta con cinco panes de cebada y dos peces, Jesús tomo los panes y dio las gracias, seguido comenzó a repartir a todos los que estábamos allí reunidos, lo mismo hizo con los peces, aun no logro entender como paso, pero hizo que se multiplicaran los panes y los peces de una manera inexplicable, no cabía duda de que este era el verdadero hijo de Dios, mis hijos y yo comimos hasta quedar saciados, pude notar que incluso sobro comida, todas las personas a mi alrededor tampoco podían creerlo, muchos repetían la frase “Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo”, un hombre sugirió que debemos hacerlo rey, todos nos emocionamos con esta idea, pero cuando fuimos a buscar a Jesús, este ya se había ido. Aún no logro explicar cómo fue que paso, pero ese milagro realmente me abrió los ojos, y ya no hay ninguna duda en mí de que Jesús de Nazaret, es el verdadero hijo de Dios.

  • Mc 5, 21-43

  • Lc 8, 40-56

  • Mt 9, 18-26

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