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Mi Proyecto de vida

Introducción

Al iniciar este tercer capítulo es importante recordar el objetivo que nos propusimos al iniciar el curso: elaborar el Proyecto personal siendo conscientes del sentido que tiene nuestra vida y partiendo del conocimiento propio desde la respuesta a la pregunta ¿quién soy yo? Afirmábamos que nuestra identidad se construye con los factores físico-biológicos que poseemos, con las experiencias personales directas y con el entorno social. Reconocimos que estamos llamados por Dios a una triple vocación: la vocación a ser personas, la vocación cristiana y, como veremos a continuación, la vocación específica.

3.1 Sentimientos y emociones

https://kidshealth.org/es/teens/understand-emotions-esp.html

https://www.diferenciador.com/diferencia-entre-emocion-y-sentimiento/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Antes de formular tu Proyecto de vida es necesario tener en cuenta otra realidad que vivimos, que sentimos. Imagino que has visto la película intensamente. Allí nos muestran de manera clara lo que sucede en nuestro interior al recibir un estímulo y respondemos a él. Pero… ¿es lo mismo una emoción que un sentimiento? Veamos

 

La emoción es definida por la neurociencia como la respuesta de nuestro cuerpo a un estímulo que puede ser táctil, auditivo, visual, olfativo o gustativo y que crea reacciones bioquímicas en el cuerpo alterando el estado físico actual.

Estas emociones  generaran una serie de reacciones en cadena comandadas por el cerebro, que incluyen el aumento de producción de la hormona cortisol, que a su vez aumenta los niveles de insulina en la sangre como una forma de generar energía para preparar el cuerpo para la huida.

Para los especialistas en salud mental y comportamiento, estas son las cuatro emociones básicas:

 

Alegría. Es la expresión ante los estímulos que son considerados agradables. Genera una sensación de placer que tiene una duración limitada.

Tristeza. Es la reacción orgánica ante la pérdida. Puede generar llanto.

 

Miedo. Es la emoción que se genera como respuesta a un estímulo amenazante. Puede incluir aumento del ritmo cardíaco, sudoración, deseos de huida, etc.

 

Ira. Es la respuesta orgánica para poner límites e identificar estímulos o situaciones que resulten desagradables. La ira puede generar aumento de la presión sanguínea y sudoración, entre otras manifestaciones.

Desagrado.

También conocido como repulsión o asco, es una emoción que está estrictamente ligada a lo fisiológico pues cuando se hace presente se activan reacciones corporales cuando se trata de algo que no es agradable al sentido del gusto.

 

Sabiendo esto, ¿crees que es lógico definir una vida, un futuro, una elección luego de experimentar una emoción? ¿Por qué?

Los sentimientos son asociaciones mentales y reacciones hacia las emociones según nuestras experiencias personales. Estas experiencias van apareciendo a medida que el cerebro va procesando las emociones, por tanto, interviene un factor cognitivo que no está presente en las emociones.

Si una persona siente una emoción como el miedo, un sentimiento asociado puede ser el sufrimiento, al ver que el miedo la paralizó y le impidió responder de una forma más oportuna.

 

Algunos ejemplos de sentimientos son:

Amor. El amor es un sentimiento que puede sentirse hacia uno mismo, hacia otra persona, hacia otros o hacia un evento particular. Al sentir amor, las personas se sienten conectadas de una forma positiva con el mundo, y aumenta su sensación de bienestar. Las personas enamoradas, el amor maternal o la amistad nos ilustran el amor.

Felicidad. Se refiere a la sensación de plenitud o satisfacción, por lo tanto, es un sentimiento asociado al bienestar. Los logros personales o profesionales generalmente son motivo de felicidad.

Odio. Es un sentimiento negativo caracterizado por la percepción de desagrado hacia alguien o hacia algo. En los casos más extremos, el odio es un sentimiento que se puede expresar de forma colectiva. Las agresiones físicas, el acoso o la violencia pueden ser algunas expresiones de odio.

Pérdida. El sentimiento de pérdida o duelo implica el dolor emocional por la separación física o simbólica de alguien o algo. La muerte de un ser querido puede generar un sentimiento de pérdida.

 

Igual que antes, es importante que hacernos la misma pregunta que nos hicimos frente a las emociones…

¿Crees que es lógico definir una vida, un futuro, una elección dejándote llevar de un sentimiento? ¿Por qué?

 

Concretando podemos decir que la diferencia entre emoción y sentimiento es que las emociones son reacciones biológicas ante los estímulos, mientras que los sentimientos son reacciones o percepciones mentales ante esos mismos estímulos.

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3.2 Conocer para controlar

Imagino que estarás preguntándote qué tiene que ver todo esto con la clase de religión y la respuesta es sencilla: Somos el resultado de una serie de factores que influyen en nosotros y que es necesario conocer para formular tu Proyecto de vida y construir  una vida sana, para  alcanzar la felicidad que es en últimas el deseo de Dios para cada uno de nosotros.

Es verdad que no puedes evitar sentir emociones. Las emociones están ahí porque tienen una función evolutiva, un sentido biológico de supervivencia. Si nuestros antepasados no hubieran sentido miedo delante de una manada de tigres, probablemente el ser humano no hubiera llegado hasta hoy en día.

La amígdala es la parte de tu cerebro encargada de disparar las emociones, como si fuera una respuesta automática en forma de agresión o huida frente una amenaza. Por eso es tan difícil controlar mediante la fuerza de voluntad el origen de tus emociones: significaría anular esta respuesta para la que estás programado genéticamente. Este tipo de respuesta emocional es por lo tanto, necesaria. Sin embargo, en algunas personas no está correctamente regulada y puede ocurrir que:

  • Se dispare en situaciones donde no existe una amenaza real (provocando la ansiedad)

  • Sea incapaz de desactivarse con el paso del tiempo (como en la depresión). Por algún motivo, el cerebro entra en modo de supervivencia y se queda anclado ahí.

Cuando estás en fase de lucha-huida y la amígdala ha tomado el mando de tus actos, normalmente ya es demasiado tarde. Por eso debes aprender a actuar antes. Tienes que acostumbrarte a detectar aquellas señales que te indican que vas camino de no poder dominar tus emociones. Esta es la única forma en que serás capaz de detener el proceso (o retrasarlo) antes de que sea demasiado tarde. Cuando las emociones dominan somos como una bomba de tiempo que puede explotar en cualquier momento.

En base a este panorama parece realmente necesario poder gestionar la intensidad de tus emociones para no sufrir tanto. A continuación encontrarás una lista de las técnicas que han demostrado eficacia para el control de las emociones:

 

La verdadera inteligencia emocional requiere que identifiques y entiendas tus propios estados de ánimo. Implica reconocer cuando y porqué estás enfadado, nervioso o triste, cuando estás demasiado eufórico y actuar sobre las causas y no sólo los síntomas. Sin embargo, en aquellas ocasiones en las que veas que irremediablemente te diriges hacia un estado emocional negativo, las siguientes técnicas pueden ser eficaces para detener o frenar esa reacción en cadena.

Cómo controlar tus emociones

(CF: https://habilidadsocial.com/como-controlar-las-emociones/)  

1. Intenta recordar tus virtudes y éxitos

La reafirmación en tus virtudes y puntos fuertes es una de las mejores estrategias para gestionar tus sentimientos. Consiste en pensar en lo que te ha provocado esa emoción pero reduciendo su significado negativo. La gente con mayor control emocional utiliza la autoafirmación cuando la intensidad de sus emociones todavía es baja y tienen tiempo para buscar otro punto de vista de la situación. Curiosamente, se ha demostrado que esta estrategia funciona especialmente bien en las mujeres. La próxima vez que sientas que pierdes el control sobre tus emociones, recuérdate a ti mismo aquellas cosas de las que te enorgulleces en tu vida.  

 

2. Distrae tu atención hacia un asunto concreto

Las personas que mejor gestionan sus emociones también han aprendido a usar la distracción para bloquear sus estados emocionales antes de que sea demasiado tarde. Y parece que resulta muy eficaz cuando prevén que van a experimentar emociones intensas y no tienen suficiente tiempo para usar otras estrategias.  Como sabrás, una forma muy efectiva para calmar a un niño pequeño que no deja de llorar es desviar su atención. “¿Has visto el muñeco?” o “¿Qué tengo en la mano?” suelen disminuir su nivel de excitación si mantenemos su atención durante el tiempo suficiente.

 

3. Piensa en tu futuro más inmediato  

Las emociones muy intensas pueden provocar que te olvides de que hay un futuro y que tus acciones van a tener consecuencias. Aunque en ese momento tan sólo seas capaz de vivir el presente y tu frustración, enfado o nervios te parezcan tan importantes, ¿seguirás sintiendo eso dentro de una semana?  

 

4. Ora habitualmente

La meditación ha demostrado científicamente su eficacia para prevenir los pensamientos negativos repetitivos y no sólo mientras meditas, sino también a largo plazo: es capaz de disminuir el nivel de activación de la amígdala de forma duradera. ¿Quién te iba a decir que el silencio y el trato con Dios reducen la ansiedad? Intentar relajarte sólo cuando te asaltan las emociones no es muy eficaz. Sin embargo, meditar de forma regular y respirar correctamente sí que puede reducir la intensidad de las emociones negativas cuando estas aparecen.

 

5. Escribe un diario de tus emociones

La escritura expresiva consiste en escribir sobre tus pensamientos y sentimientos más profundos y ha demostrado ser eficaz tanto a nivel psicológico como físico (¡es capaz de acelerar la cicatrización de las heridas!) 
Mantener una especie de diario emocional sobre lo que has sentido en algunas situaciones te ayudará a reducir la recurrencia de pensamientos negativos.

 

6. Cuando todo falle, busca un espejo

¿Perdón? ¿Mirarse en un espejo? Sí, por muy sorprendente que parezca esta estrategia puede ser útil para aplacarte cuando estés furibundo. Varios estudios han demostrado que cuando te ves a ti mismo reflejado eres capaz de observarte desde una perspectiva más objetiva y por lo tanto separarte durante unos instantes de tu emocionalidad. Cuanto más consciente seas de lo que estás haciendo, más capacidad de controlar tus emociones tendrás. Y observarte en un espejo incrementará tus niveles de autoconsciencia y te ayudará a comportarte de forma más sociable.

 

7. Encuentra el motivo de tus emociones.

A largo plazo la clave no está en luchar contra tus emociones, sino en reconocerlas y saber por qué te ocurren. Lo importante es ser honesto contigo mismo sobre el por qué. No hagas como la mayoría e intentes engañarte. A menudo nos mentimos haciéndonos creer que estamos enfadados con alguien por su comportamiento y no porque le han dado el ascenso al que aspirábamos y eso ha afectado nuestra autoestima.

 

8. No camines solitario en tu vida cristiana Es muy importante caminar acompañado en la vida. En el cristianismo la práctica del acompañamiento espiritual es muy recomendada. La vivencia de los sacramentos ayuda a alivianar las penas y nos llena de la gracia de Dios, la fuerza necesaria que necesitamos para continuar la marcha y recomenzar cada día.  Busca, además un grupo, una comunidad de vida que desde tu ser joven, te anime y te haga crecer… Recuerda que somos seres sociales y espirituales.  Luego de estas breves notas sobre los sentimientos, ya tenemos todos los elementos para conocer y vivir nuestra vocación… 

Cuando no controlamos nuestras emociones suceden cosas como estas

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3.3 Cómo saber cuál es mi vocación

(Cfr. Aleteia www.es.aleteia.org)  

En la vida de toda persona la vocación es una no solo importante sino lo más importante pues la imposición o el error en el discernimiento de la vocación tiende a generar personas frustradas, insatisfechas, sin sentido y vacías. Es un tema de vital al que debemos prestar atención pero… ¿cómo acertar y buscar esa vida feliz, llena de sentido, que se encuentra al realizar la vocación?

 
1. Recordemos que la definición más simple de vocación es llamada. Se trata de una llamada a un estado de vida. Pero ante todo, es la llamada de Dios para despertar a la propia vida.  

 

Tomar conciencia de que la vocación es una llamada de Dios a la vida debe llevar a la percepción de cómo se vive esta llamada, esta vida que a cada uno le fue dada no sólo como regalo, sino también como compromiso; no sólo como don, sino también como tarea. Es decir, cómo lleva cada uno a cabo esta vocación, esta llamada que recibió en su concepción. Vocación es algo diferente de aptitud. Las aptitudes definen, por ejemplo, la profesión de una persona, Pero la vocación define un estado de vida. Esto significa que la llamada de la vocación tiene lugar en un nivel más profundo dentro de nosotros: el existencial. Antes de profundizar en esta tercera vocación, es muy importante tener claro que se es cristiano como hijo, como hermano, como estudiante, como trabajador o amigo. También es necesario recordar que la Iglesia nos propone tres opciones para discernir cuál es el camino que queremos escoger para alcanzar la santidad, que es lo que llamamos la vocación específica. Estas tres opciones son el matrimonio, la soltería, la vida dedicada a Dios (Vida religiosa o sacerdotal)   
 
Hoy las personas tienen mucha dificultad para percibir su vocación fundamental porque dedican poco tiempo a la reflexión personal y no están acostumbrados a hacer silencio interior. Esto le pasaba a Clare Crockett, mucho ruido, muchas fiestas, mucho alcohol hasta que decidió hacer silencio y pensar.  Verás un documental sobre su vida. Responde a las preguntas y Realiza luego lo que se te indique. 

En un mundo en el “lo normal” es lo desechable, el “usar y tirar”, incluso en las relaciones, el reto el arriesgarse y comprometerse, es tomar decisiones que involucren a toda la persona porque existe un amor permanente el cual todos deseamos porque nacimos para ser felices para siempre y no solo por un “ratico”. El verdadero reto: ir contra corriente.

2. Es preciso también tener conciencia de la realidad psicológica, en el sentido de su desarrollo, o sea, si existe la llamada a querer vivir una relación específica con alguien, o la llamada a vivir la afectividad de una forma general, para compartirla con todos. 

 
Por ejemplo, si una persona quiere discernir si se siente llamado a ser célibe, es decir, seguir a Jesús, en el sentido más profundo, espiritual, si quiere vivir una vida exclusiva de intimidad, de amor y de servicio a Dios, tiene que conocer su realidad física, sus necesidades y manifestaciones. Quien está en esta condición abraza la vida consagrada. Y para la vida conyugal, es necesario el discernimiento para ver si existe la disposición interior de compartir la propia vida con alguien de forma exclusiva.  
 
El discernimiento sincero de la vocación solo sucede a partir del momento en que la persona se pone a prueba. El ser humano sólo se conoce cuando se pone a prueba. Cuando esto no sucede, se acaba corriendo el riesgo de engañarse uno mismo. Para el cristiano, la oración es algo fundamental en este proceso. Ponerse a prueba implica estar atento en el día a día, dando pasos concretos en dirección a lo que, en principio, uno se siente llamado. Es preciso enfrentar las realidades que existen dentro de nosotros. Porque a partir del momento en que uno se pone a prueba interiormente, va descubriendo si tiene o no la disposición interna para vivir esa realidad. 
 
Si la persona se da cuenta de que necesita orientación, debe buscarla. Si se da cuanta de que necesita un trabajo de ordenación interior, debe hacerlo. Debe aprender a lidiar con cuestiones que muchas veces son fáciles de organizar. Y a partir del momento en el que uno tiene un orden interior, se crean las condiciones para profundizar más en uno mismo (Recuerda el testimonio de Pablo España). 

 

3. Es preciso dar pasos efectivos, concretos, en busca, en la dirección del discernimiento. Y no decir simplemente “yo quiero ser sacerdote, o me quiero casar, déjame ver qué pasa”. No, hay que luchar.

 

Es un proceso de lucha interior. La maduración va teniendo lugar a lo largo de la propia vida en la medida en que uno se coloca en ella, a menudo que uno se lanza en ella. No hacerlo, sea por no querer sufrir o por decir que será muy difícil, detiene la maduración. Las personas frenan su desarrollo cuando dicen: “no, no quiero entrar ahí”, “esto va a ser muy difícil”… 
 
Para el cristiano y para quienes están discerniendo la vocación a la vida consagrada, la oración es un punto de partida muy importante, pues permite el éxito de la vocación. Es preciso ponerse ante Dios, en una relación diaria de intimidad, con el valor de preguntarle qué quiere para nuestra vida. Sólo así las cosas se aclaran. La relación diaria de intimidad con Dios es la que sustenta la vida consagrada. 
 
La maduración va teniendo lugar a lo largo de la propia vida en la medida en que uno se coloca en ella, a menudo que uno se lanza en ella. No hacerlo, sea por no querer sufrir o por decir que será muy difícil, detiene la maduración. Las personas frenan su desarrollo cuando dicen: “no, no quiero entrar ahí”, “esto va a ser muy difícil”… 
 
Para el cristiano que quiere casarse y para quienes están discerniendo la vocación a la vida consagrada, la oración es un punto de partida muy importante, pues permite el éxito de la vocación. Es preciso ponerse ante Dios, en una relación diaria de intimidad, con el valor de preguntarle qué quiere para nuestra vida. Sólo así las cosas se aclaran. La relación diaria de intimidad con Dios es la que sustenta la vida consagrada. 

4. La vocación nunca debe ser impuesta. Imponer la vocación tiende a generar frustraciones y pero la realización de la vocación es una forma segura de ser feliz.

 

Es de mucha ayuda tener un acompañante espiritual pues puede ayudarnos a descubrir nuestra vocación pero sin imponer nada en absoluto. Nunca pueden decirnos: “yo creo que tu vocación es ésta; puedes estar tranquilo que yo estoy seguro de que su vocación es la de sacerdote!” De eso nada. Imponer la vocación genera personas frustradas. Es terrible imponer un destino a alguien, sea una vocación a un estado de vida, sea una profesión. Yo conocí a un chico a quien su padre obligó a estudiar Administración de Empresas. Él era músico y quería hacer una carrera de música. Pero el padre le obligó. Él lo hizo. El día de entrega del título, le dijo a su padre: “esto es tuyo; ahora voy a hacer lo que yo quiero”. Y realmente lo hizo, hoy vive de la música.

 

Quien vive un momento de confusión e incertidumbre debe buscar ayuda profesional. Si la persona no se percibe a sí misma, ¿cómo va a percibir su vocación, sus aptitudes? Es muy difícil. Por eso, si uno quiere hacer un camino serio, si quiere realmente descubrir su llamada, sus aptitudes, si uno no tiene claridad sino dificultades, no debe tener miedo de pedir ayuda. No debe tomarse como un problema, sino como un desafío, independientemente de la edad.

 

Hoy, por ejemplo, existe una gran confusión con el mundo virtual. Se crean otros “yos” virtuales. Esto puede confundir aún más la búsqueda, especialmente cuando el “yo” virtual no tiene nada que ver con el “yo” real.  

Realizar la propia vocación es una dimensión fundamental de la vida. Cuando una persona realiza su vocación, realiza el sentido de la vida. Es alguien que estará siempre bien con su vida, feliz.

 

¿No se dice que lo que el ser humano busca es la felicidad? Entonces, esta es una forma segura de ser feliz. Muy segura.

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3.4 Es hora de concretar.

Luego de todo el trabajo realizado ya estás en la capacidad de redactar tu proyecto personal de vida. A continuación tienes un esquema básico que puede ayudarte.

Es importante que el Proyecto abarque todas las áreas de tu vida. Y esto para que crezcas de una manera integral y no solo en lo espiritual, aunque este aspecto siempre ha de ser lo primero a contemplar.

Por lo tanto el Proyecto de Vida debe abarcar:

TU RELACIÓN CON DIOS

Esta es la principal área a trabajar y es sin duda la fundamental, ya que se trata de tu ser, tu identidad cristiana. Por ello debe ser siempre lo primero a estabilizar, a crecer. Contemplar tu vida de oración, tu encuentro con la Palabra, tu vida sacramental, tu proceso de conversión, etc.

TU MADUREZ HUMANA.

Dios sin duda quiere que seas una persona madura, plena, bien integrada. Por ello debes trabajar sobre tu estima personal, tu carácter como hombre o como mujer, tu temperamento, hacer crecer tu inteligencia, ejercitarte en una voluntad firme, en una afectividad bien integrada, sana, madura. Debes aprender a dar soluciones humanas a problemas humanos: aprender a resolver tus crisis, capacitarte para relacionarte de una manera sana y madura. Con toda seguridad muchas de las fallas para crecer en tu vida cristiana no se deben a que carezcas de motivaciones espirituales, sino a los problemas de inmadurez que enfrentas en tu vida.

TU VIDA FAMILIAR.

Debes recordar que eres parte de una familia y necesitas vivir una vida familiar bien integrada. Por lo tanto es importante que trabajes sobre tus relaciones familiares, y que busques sanar heridas liberándote de esquemas negativos que te afectan.

TU ESTUDIO Y/O TRABAJO.

En este aspecto tendrás que considerar la manera en que vas a desarrollar tus actividades profesionales y educativas. Recuerda que el trabajo y el estudio forjan el carácter porque ofrecen la ocasión de practicar muchas virtudes, acrecientan la conciencia de la propia responsabilidad y exigen la constancia en el deber.

TU VIDA COMUNITARIA, APOSTOLADO Y SERVICIO.

Es importante tener en cuenta en tu Proyecto de Vida la vinculación a algún grupo de vida que te sirva de referencia y en el que te comprometas. Además, debes establecer un orden y un horario, y planear y organizar tus actividades apostólicas, fijando prioridades para optimizar tu tiempo.

En cada una de estas áreas deberás plantearte uno o dos propósitos. Generalmente podrás comprobar como al trabajar en un área, las demás crecerán armónicamente, así como al caer en un área se empobrecerán las demás. Esto sucede porque somos seres integrales, y por eso es recomendable abarcar las áreas más importantes primero.

 

Luego de tener el Plan de vida organizado es importante revisarlo de tanto en tanto para ver avances, logros y replantear caminos, bien porque se han ido cumpliendo las metas o porque no ha funcionado lo que planeaste. 

Es recomendable que confrontes con alguien este plan de vida para evitar disculpas o autoengaños. Un sacerdote, una Hermana, el líder de tu grupo pastoral son una buena opción. Sabiendo esto… ¡MANOS A LA OBRA!

  1. ELIJE TU LEMA DE VIDA,

Vas a comenzar a redactar tu lema de vida (Recuerda el “Todo o nada” de la Hna, Clare. Debe ser UNA O DOS FRASES MÁXIMO donde debes concentrar lo que quieres que sea el eje de tu vida. Una frase que recuerdes fácilmente en cualquier momento, que te sirva para encontrar TU NORTE en los momentos que estés perdido… Una frase que resuma TU MISIÓN EN LA VIDA… es como si hicieras un ‘slogan’ de tu vida

 

  2. RECONOCE TUS FORTALEZAS Y DEBILIDADES.

Te ofrezco una herramienta en la que podrás asociar el análisis que hiciste de ti mismo a lo largo del año. Se trata de que puedas ver en conjunto todo lo que sientes que te define. Para hacer adecuadamente esta herramienta te aconsejo que retomes lo trabajado hasta ahora, la leas de nuevo cuidadosamente y de ahí vayas extrayendo todos los datos posibles de lo que ya escribiste y vayas añadiendo otros datos que se te han ido ocurriendo, que has ido viendo de ti…

La herramienta de la que te hablo se llama FODA y cada letra es la primera inicial de las cuatro variables a trabajar: F equivale a “fortalezas”, O de “oportunidades”, D de “debilidades” y A de “amenazas”.

Las fortalezas y las debilidades están vinculadas a factores personales, a lo vivido por uno mismo, y las oportunidades y amenazas están vinculadas a factores externos el entorno:

 3. MOMENTO DE MIRAR HACIA DÓNDE VAS

…¿Cuáles son tus grandes ideales en la vida? …

…¿Cuál es tu misión en la vida, tu vocación? …

…¿Por qué estás dispuesto a sacrificar mucho? …

Recuerda que “hay algo en la vida que no se hará si tú no lo haces”

4, REDACTA TU PLAN DE VIDA

Comienza pidiéndole a Dios que envíe su Espíritu para que ilumine este momento.

Señor, ilumíname para concretar mi Proyecto de vida. Te que me ayudes a encontrar el mejor camino, que mi norte sea el correcto y que mis pasos vayan día tras día alcanzando lo propuesto. Quiero esforzarme en cada momento y te pido que me animes, que me llenes de fuerza cuando sientas que las mías se están agotando y que si llegase a perder alguna batalla, Señor, cures mis heridas y seas mi apoyo para seguir en camino.

Tú conoces la importancia que tiene para mi este momento bendícelo, hazme tuyo y guía mi corazón para que mis pensamientos sean claros y mis acciones correctas. Te pido que ninguna adversidad me haga olvidarme del fin que tengo, que mi corazón no se quebrante ante las trabas que la vida ponga enfrente, que mi debilidad no sea un obstáculo sino la circunstancia propicia para que tu fuerza y tu poder brillen. En tus manos ye en las manos de María, tu Madre y Madre mía me pongo. Amén.

Nos pondremos de acuerdo y en la próxima Eucaristía presentaremos nuestros proyectos en el momento del ofertorio.

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